Háblales de mí
Si te cansas de hablar de ti, háblales de mí.
Te doy permiso de que me desacredites. Empieza comentando de lo mucho que solía molestarte para llamar tu atención. Dile que te invité unas cien veces a cenar, pero que nunca se nos dio. ¡Siempre te pasaba algo! Procura decirles que soy apuesto y amistoso. Que aunque suelo decir que no soporto a la gente, siempre me hace bien tenerlos cerca, solo me vuelvo loco.
Cuéntale de las veces en que coincidíamos con las palabras y como si de un pacto se tratara, decíamos las cosas a la misma vez. Que a pesar de todo eso, lo único que nos unía era el momento, no teníamos más nada en común, solo la edad, y el instante. También puedes hablarles de mis defectos, a lo mejor alguien los encuentre adorables. Recálcales que soy apuesto. Yo sé quienes son, no eres de tener muchas amistades. Por eso, autorizo a que en mi ausencia me menciones.
Te doy permiso de que también hables de mis tonterías -aunque nunca las tuve claras- tú debes saberlas, siempre me llamabas tonto o tontín. Esa última me encantaba, despertaba algo en mí. Yo nunca supe por qué, a lo mejor fue por tu promiscuidad. Eso explicaría las tantas boberías que tuve que hacer para que no te metieras en problemas, en cambio yo, debía negociar mis castigos. Siempre fuiste tan lista, te salías con la tuya en todo, también debes hablarles de eso, para que noten cómo eres, esa personalidad extravagante que quiere apoderarse de todos, ¡eres tan extrovertida!
Coméntales de las veces que yo parecía nervioso cuando te me acercabas, ¡qué loco esos tiempos! quién diría, lo mucho que ha llovido y lo único que generas en mí es una ligera compasión. Apuesto a que jamás creíste que los papeles se tornarían. La última vez que coincidimos hablaste muy poco, como si el pasar de los años te volvieron introvertida. Esta vida si que es rara. Ahora yo ando por el mundo buscando nuevas experiencias y rompiendo un par de corazones y tú, solo vives para cuidar a tus pequeños ¡y eso que nunca ibas a tener hijos! que nadie te robaría el sueño de ser famosa. Aprovecha y cuéntales también un poco de ti, dile que los planes no te salieron como los planificaste, pero que si no hubiese sido así, no tendrías esos adorables niños que corren por toda la casa y que parece su energía es inagotable. Aprovecha y dile que esas libras de más es porque no te recuperas de la última cesárea.
Y por último, cuéntales que crees en el Karma, recomiéndales volverse creyente, igual puedes evitarles desagrados a largo plazo, así quizá también puedes bloquear tu retribución. Suerte.
Aprovecha y mira: Metido en la Prostitución, así quizá te des cuenta que no todo lleva el color que desde tu espacio logras ver.